La búsqueda del bien común y la cooperación. Una propuesta económica.


Trataré de explicar a todos quienes me leen y en especial, al Director que estoy buscando en qué consiste esa nueva teoría económica que se conoce como la búsqueda del bien común y la cooperación, esto puede resonar mucho en la tesorería, en el dividendo, en esa función para la cual estamos participando en una sociedad; y resuena más cuando tradicionalmente la empresa exitosa está diseñada para cumplir legalmente con dos reglas del actual orden económico: por una parte el afán de lucro y por el otro liderar la competencia. Vamos, que lo tenemos todo si cumplimos con éstas dos reglas ¿no es cierto?, veamos ahora cuál es la llamada perversidad de ese sistema.

Debemos empezar por mencionar que estas reglas causan comportamientos y estimulan valores opuestos a aquellos valores en donde se desarrollan positivamente las relaciones humanas, y nos preguntaremos dónde se desarrollan las relaciones humanas, la respuesta está en los valores de la pareja, de la familia, de la amistad, nos estaríamos refiriendo entonces a la honestidad, la confianza, el respeto, la empatía, la cooperación, la solidaridad y el compartir. Pero el afán de lucro y la competencia causan todo lo contrario: el egoísmo, la desconsideración y la irresponsabilidad.

El éxito económico en nuestra empresa se mide en cómo se van acumulando nuestras facturas (Cifras de Negocios) y el crecimiento sostenido del beneficio económico que se refleja en el resultado positivo de explotación. Desde un punto de vista macroeconómico esto sería más o menos el Producto Interno Bruto y el esfuerzo en obtener un Superávit Fiscal. En ambos casos nos estamos refiriendo a indicadores monetarios pero NO a la meta, al propósito de la economía que es la satisfacción de las necesidades, incrementar la calidad de vida y la creación del bien común.

El bien común no mide los beneficios económicos, sino el rendimiento de los beneficios sociales, ecológicos, la igualdad o justicia y la transparencia y democracia. Al leer esto es inevitable pensar que éste es un sistema anticapitalista y por lo tanto utópico, y sí que lo es porque procura en los niveles macroeconómicos una mejor distribución de la riqueza. Ahora bien, el Balance del Bien Común es un enfoque distinto que mide a través de un sistema de puntos el sentido social que tiene el producto, cuánto es su porcentaje ecológico, cuán humana son las relaciones laborales, el trabajo es distribuido de forma justa y que trate por igual a hombres y mujeres, el sistema también evalúa si las decisiones son democráticas o son unilaterales, si existe una verdadera participación del empleado en la planificación y no sólo en la ejecución, si su opinión es valorada y tomada en cuenta, si se fomenta el colaboracionismo y el cooperativismo; de ésta manera el beneficio económico, los dividendos, las plusvalías se transforman en el medio y no en el objetivo, pues el objetivo como ya lo vimos es otro más elevado, más trascendental.



Todo lo anterior tiene mucho que ver con lo que conocemos como ética en los negocios, una cualidad que debe tener el Director que estoy buscando. El sistema del bien común, obviamente es mucho más efectivo cuando va acompasado con directrices de política fiscal que benefician y valoran a éstas empresas medidas por puntos de aporte a la economía, que a aquellas cuyas prácticas de negocios basados en competencia desleal, en el poder del más fuerte o más grande o en el que más poder de influencia pueda tener.